Sueños de Colonia
Cómo en la mayoría de los descubrimientos*, la Isla de Bioko, territorio que hoy hospeda la capital de Guinea Ecuatorial, fue vista por primera vez mientras se buscaba otra cosa.
Al parecer Fernão do Poo salió en búsqueda de un claro objetivo: lograr establecer una ruta hacia la India y así concederle el poderío imperial a su amada Portugal. Dicen que era un tipo muy inteligente y sobre todas las cosas un gran navegante. Pero a decir verdad no hablaba mucho, más bien era un muchacho de pocas palabras. Es fácil de imaginar a sus marineros expectantes, mirándose entre ellos, a la espera de una señal, unas palabra de esperanza en la búsqueda de tierra firme. Pero también es fácil de imaginar a nuestro capitán al borde de la embarcación con su mirada perdida en el horizonte, en silencio.
Calculo que Fernando, permítanme tutearlo, se hubiera llevado muy bien con su colega Cristóbal Colón, otro personaje conocido que con la excusa de salir a buscar una ruta hacia las Indias terminó condenando a todo un continente.
La cuestión es que en aquella época al igual que hoy, las transacciones eran fáciles y luego de su descubrimiento, Portugal negocio con el entonces decadente Imperio Español cediendo la Isla de Bioko y algo más a cambio de territorio sudamericano. Los ingleses también tuvieron su lugar en esta historia ya que intentarían tentar a España con una oferta de compra que fue rechazada y que hasta el día de hoy no se sabe muy bien el porque. Guinea Ecuatorial, una de las últimas colonias españolas y el único lugar en el continente africano en donde se habla castellano, es solo neblina para la memoria y el presente de los españoles.
Poco a poco la naturaleza misma de la isla va reconquistando el terreno perdido y las antiguas huellas de la colonización continúan su cicatrización…
* En realidad hablamos de un redescubrimiento, porque esa tierra ya había sido descubierta por personas que vivían placidamente en su extensión hasta la llegada de los señores de traje plateado.
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